Estando el sector constructivo, muy severamente afectado por la situación de excepcionalidad a la que se ve obligada la ciudadanía en general, y dada la carencia de equipos de protección y elementos de seguridad existentes, los retrasos y complicaciones existentes en el aprovisionamiento de materiales de obra, el creciente número de contagios y personas en cuarentena o aislamiento forzoso; nos hace no ser ajenos a la alarma social que conlleva, y teniendo en cuenta las recomendaciones gubernativas existentes, las partes acuerdan: aplicar mientras dure el estado de alarma un horario de 7 horas, incluido los 15 minutos del bocadillo dentro de dicha jornada intensiva.