COVID 19 UN ANTES Y UN DESPUES

Un Antes y un Después

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Desde que en marzo de 2020 la OMS declarase el brote de COVID 19 como pandemia nos hemos visto inmersos en una crisis sin precedentes por su globalidad, y por la rapidez de su expansión. Ha quedado en evidencia que el modelo actual tiene unas importantes debilidades que pueden llevarnos a todos a consecuencias dramáticas. Hoy, un mes después del Decreto del Estado de Alarma, podemos constatar que éste ha contribuido a frenar la expansión de la curva de infección, aunque estamos aún inmersos en la crisis sanitaria y va a costar mucho salir de ella. Ahora más que nunca agradecemos un sistema de bienestar por el que hay que apostar; los trabajadores públicos ahora más que nunca son imprescindibles, todos y cada uno de ellos, que están al pie del cañón. Por tanto, no más recortes en estos sectores fundamentales.

Asimismo el sector privado se ha visto mermado y  sus trabajadores han sido y son un ejemplo de constancia, muchos de ellos en el silencio de las palmas, pero desde UGT queremos rendirle nuestro apoyo y nuestra ayuda y a todos aquellos que por esta pandemia han perdido su trabajo y han entrado en ERTES  en los que todavía no se han resuelto y están a la espera de su prestación originando situaciones económicas precarias y de desprotección. El Total de ERTES registrados en Andalucia asciende a 90.250 que afectan a 457.944 personas. Además hay 434 solicitudes más sin especificar provincia y 454 expedientes más de empresas con ubicaciones en distintas provincias.

En esta situación que estamos sufriendo  nos ha hecho  constatar, también dolorosamente, que la apuesta por una economía basada en el sector servicios y que abandona el sector industrial al «libre mercado» supone un desastre para nuestras aspiraciones de construir una sociedad avanzada; que, frente a otros países en la misma situación, nuestra legislación laboral favorece la destrucción masiva de puestos de trabajo. De nuevo, y parece que no nos cansamos, hemos sufrido la dura enseñanza de que dejar al mercado actuar con plena libertad desampara de forma absoluta a los más expuestos.

Existen ámbitos productivos en la industria que han sido abandonados a un mercado basado en el dumping social, con la consecuencia de la inexistencia de tejido productivo en sectores estratégicos laminados por una competencia imparable. Son muchas las lecciones que podemos sacar de esta crisis. Demasiadas para dejarlas caer en saco roto.

La estrategia de salida de la crisis no se puede limitar a una serie de recetas que nos pretendan situar en un «ideal» mundo anterior a la epidemia.  Nuestra legislación laboral debe cambiar. No vale para momentos de crisis, tampoco para momentos de bonanza.  Es también esencial un cambio en la política fiscal que determine mayores recursos para aspectos vitales para nuestra sociedad como la sanidad pública y la investigación.

Siempre es hora de reflexionar sobre el futuro, eso es lo que caracteriza a la política de Estado. UGT en estos momentos más que nunca cree en el trabajo conjunto, en el que  patronal, sindicatos y Administraciones trabajen desde la unidad y el apoyo para loa adopción de medidas conjuntas.

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