Los datos del paro del mes de mayo reflejan el impacto del Coronavirus en el mercado laboral

El número de parados sube en Málaga en abril en 8.683 personas, un 4,73% más que el mes anterior.

Los datos del paro del mes de mayo reflejan el impacto del Coronavirus en el mercado laboral. Málaga cerró mayo con 192.403 desempleados/as, 8.683 más que el mes anterior, un 4,73%. El Secretario de Empleo y Formación de UGT Málaga Francisco Villodres, indicó que La expansión del coronavirus ha tenido un efecto devastador sobre el mercado laboral, Málaga se sitúa en términos absolutos como la primera provincia donde sube más el paro.

05/05/2020 |

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Málaga cerró mayo con 192.403 desempleados/as, 8.683  más que el mes anterior,   un  4,73%. El Secretario de Empleo y Formación de UGT Málaga  Francisco Villodres,  indicó que   La expansión del coronavirus ha tenido un efecto devastador sobre el mercado laboral, Málaga se sitúa en términos absolutos como la primera provincia donde sube más el paro

Por sectores, el paro registrado muestra la mayor subida en el sector servicios con 6.794  desempleados/as más en relación al mes anterior (140.593), construcción que con un repunte de 738 parados/as (21.134),  industria con  525 parados más (8.722); le sigue el colectivo de los trabajadores sin empleo anterior con 370 desempleados/as más  (un total de 16.924);  y agricultura se ha incrementado en  256 desempleados/as (5.030).

Por otro lado, el Secretario de Empleo Francisco Villodres señaló que del total de parados/as de Málaga, más de la mitad corresponde a mujeres 58,85% del total de parados, con un total de 108.126desempleadas. 23.849 es la diferencia de paradas con respecto a los hombres. Así mismo el porcentaje de parados menores de 25 años es de un  9,03% (16.581), en este mes  se encuentra 3.892 jóvenes más en el paro.

En cuanto a la contratación,  a lo largo del mes de mayo se han registrado un totalde 22.018 nuevos contratos, supone un desplome de 24.920 sobre  los realizados el mes anterior. Desgraciadamente, la contratación temporal sigue acaparando casi la totalidad de los contratos registrados: llegando al   94,00% de los contratos fueron temporales.

El Estado de Alarma y el freno a la economía ha supuesto ya que se hayan presentado en la provincia de Málaga en torno a 23.716 solicitudes ERTEs desde que se decretara el Estado de Alarma lo que eleva ya el número de trabajadores afectados, sin contar los despidos individuales y las finalizaciones de los contratos temporales, hasta los 124.265.

Villodres  subrayó,  que de los colectivos con especiales dificultades de acceso a un puesto de trabajo,  es especialmente preocupante el colectivo de parados/as de larga duración con más de un año intentando encontrar un puesto de trabajo, que asciende  a 60.970, lo que supone casi el  32% del total de los parado/as malagueños/as. En este colectivo se ve reflejado igualmente las desigualdades laborales en las malagueñas que sufren una diferencia con los hombres de 18.310 paradas más  de larga duración. Así mismo el número de desempleados/as mayores de 45 años alcanza la cifra de 85.136 (44%sobre el total de desempleados/as). La discriminación en la mujer en este sector también es evidente,  hay 11.848 desempleadas más mayores de 45 años en relación con los hombres.

Los datos de protección por desempleo reflejan una parte de la situación actual. Con información a marzo, la tasa de cobertura era del 48%. 

A su vez la población extranjera en paro se sitúa en 23.886  personas,  y  supone  el 13% del total de los parados/as de la provincia.

En relación a la afiliación a la Seguridad Social, la registrada durante el mes pasado ha sido de 577.253 altas,  29.410 afiliados/as menos con relación a abril (-4.85%). Y si nos atenemos a la variación interanual hay  46.137 ocupados menos (-7.40%).

             Analizados los datos de abril, no podemos más que mostrar nuestra profunda preocupación por lo que cada incremento del paro tiene un enorme efecto en materia de pobreza y exclusión social.       

        A pesar de las particularidades de este año, el pasado 1º de Mayo ha servido para volver a poner énfasis en un mensaje sindical claro, en un concepto solidario de cómo queremos salir de esta crisis y que, básicamente, se podría resumir en “sin dejar a nadie atrás”. En este sentido, la apuesta por los ERTEs y por la Renta Mínima deben ser dos cuestiones protagonistas.

               Atravesamos un momento crucial en la historia reciente de la economía andaluza. Una oportunidad única para apostar por reformas económicas que sirvan para industrializarnos y avanzar en innovación e investigación; por reformas laborales que supongan un nuevo impulso en los derechos de los trabajadores; por reformas sociales solidarias que reconstruyan el modelo de Estado del Bienestar y el de construcción de la Europa de los ciudadanos.

            UGT sigue apoyando la continuidad de las medidas de protección al empleo y de protección por desempleo, mientras dure la situación de crisis. En este sentido, el sindicato defiende la ampliación en el tiempo del procedimiento de los ERTE en aquellos sectores productivos y empresas donde sea necesario; así como la necesidad de que se apruebe un ingreso mínimo vital de emergencia, considerando que hay más de un millón de hogares con todos sus miembros en paro.

            Para UGT es imprescindible continuar aplicando medidas económicas y laborales que protejan a las personas que han perdido el empleo, no pueden acceder a uno o se han visto afectados por una reducción de ingresos. Es urgente poner en marcha una renta mínima coyuntural y extraordinaria que dé cobertura a las cientos de miles de familias que se han quedado fuera del escudo de protección social y hasta que se haga realidad una Ley de Ingreso Mínimo Vital.

            Asimismo, UGT apuesta por un acuerdo tripartito entre el Gobierno y los agentes sociales para sostener los ERTE como el mecanismo para evitar la destrucción del tejido productivo y del empleo. Si no es así, todo el esfuerzo realizado se verá malogrado.

            Además, el sindicato considera que el diálogo social debe avanzar en el diseño de un plan de reconstrucción para el impulso económico y social, que considere la recuperación como una oportunidad para cambiar nuestro modelo productivo y de bienestar social, tomando como marco el pilar europeo de derechos sociales y los objetivos de desarrollo sostenibles.