Málaga cerró febrero con 159.812 desempleados/as, 30 más  que el mes anterior,  un  0.02%.Asimismo Málaga es la tercera provincia andaluza y la sexta a nivel nacional con el número de parados/as más alto, representando el 19% del total de la comunidad andaluza.

Por sectores, la mayor subida del paro se ha producido en el colectivo de los trabajadores  sin empleo anterior con 778 parados/as más  (un total de 17.216);   agricultura se ha incrementado con  458 desempleados/as (4.208). La bajada del paro se ha producido en el sector servicios con 1.065  desempleados/as menos (114.658),  que sigue recogiendo la mayoría de los parados  y paradas de la provincia representando el 72%, en construcción se ha reducido en 115 parados/as (15.995),  e industria baja en  26 desempleados/as (7.735).

En cuanto a la contratación,  a lo largo del mes de febrero se han registrado un totalde 58.102 nuevos contratos, 4.629 contratos menos que los realizados el mes anterior La temporalidad sigue siendo uno de los mayores problemas de mercado laboral malagueño, ya que sigue acumulando prácticamente la totalidad de los contratos realizados, situándose en el  92% de la contratación total (57.102 contratos temporales), mientras que la contratación indefinida ha supuesto tan solo  8.38% (4.871).

Por otro lado del total de parados/as de Málaga, más de la mitad corresponde a mujeres 57,84% del total de parados, con un total de 92.431 desempleadas, tan solo 2 paradas menos en este mes.Por otro lado el porcentaje de parados menores de 25 años es de casi el 7.55% (12.976), en este mes  se encuentra 903 jóvenes más en el paro. Muchas de las medidas sociolaborales puestas en marcha para luchar contra el desempleo juvenil no han tenido el éxito esperado. Nuestra juventud se sigue viendo obligada a tener que emigrar para poder acceder a un puesto de trabajo en el que poder empezar a desarrollar su futuro laboral. Desde nuestro Sindicato apostamos por el contrato de relevo como fórmula más eficiente para facilitar la incorporación al mercado laboral del que, sin duda, es el más importante de los recursos económicos de Andalucía: sus jóvenes.

Los colectivos con especiales dificultades de acceso a un puesto de trabajo es especialmente preocupante el colectivo de parados/as de larga duración con más de un año intentando encontrar un puesto de trabajo, que asciende  a 66.788, lo que supone el 42% del total de los parado/as malagueños/as. En este colectivo se ve reflejado igualmente las desigualdades laborales en las malagueñas que sufren una diferencia con los hombres de 17.040 paradas más. Así mismo el número de desempleados/as mayores de 45 años alcanza la cifra de 76.836 (48%). La discriminación en la mujer en este sector también es evidente hay 10.760 desempleadas más mayores de 45 años en relación con los hombres, y además ha sufrido un incremento de 799 paradas más que el mes anterior

A su vez la población extranjera en paro se sitúa en 18.369  personas,  y  supone  casi el 11,49% del total de los parados/as de la provincia.La aplicación de la Reforma Laboral ha sido especialmente cruel con los trabajadores inmigrantes. El empobrecimiento de la Negociación Colectiva ha dejado desamparado a un importante colectivo de trabajadores extranjeros que, por ello, en gran parte de los casos, se han visto obligados a volver a sus países de origen.

 Según los datos de la EPA del último trimestre de 2017 hay en la provincia de Málaga 96.100 hogares con todos sus miembros en paro. Otro dato preocupante es  que  81488 desempleados/as malagueños/as han agotado sus prestaciones por desempleo es decir 51 de cada 100 parados/as no cobra ningún tipo de prestación.

En relación a la afiliación a la Seguridad Social, la registrada durante el mes pasado ha sido de 577.343 altas,  con un ínfimo crecimiento del 0.69% (3.965) afiliados/as más con relación a enero.

 

Por todo ello, desde UGT:

En términos generales, analizados los datos de febrero,  valoramos muy negativamente el incremento del paro y la precariedad del poco empleo que crea esta recuperación económica. Las cuentas Públicas no tiene un problema de gasto, sino de ingresos y, para solucionarlo, es imprescindible mejorar las condiciones laborales y, con ello, la contribución de los trabajadores a las arcas públicas.

 

El indigno incremento de las pensiones es un ejemplo claro de ello. La mejor forma de garantizar el futuro de nuestras pensiones es generando empleo de calidad, estable y con unas condiciones retributivas dignas que, junto con una reforma fiscal socialmente justa, permita dotar de recursos las principales políticas sociales generadoras del Estado del Bienestar.