"Necesitamos proyectos, implicación política".  Es la llamada de atención que el Secretario General de MCA-UGT Andalucía, Manuel Jiménez hizo a las distintas administraciones para el relanzamiento del sector de construcción que ha registrado uno de las mayores índices de destrucción de empleo (76%) desde que comenzara la crisis. "Con un poco de iniciativa pública que luego arrastrara a la privada" se reactivaría esta actividad que está haciendo ver a los gobiernos "que es la única que puede crear empleo de manera inmediata y es necesario que empiecen a trabajar en ello". Pero para eso "es imprescindible que se pongan en marcha grandes infraestructuras" como es el caso, en la provincia de Sevilla, de la S30 o S35, ampliación del metro o el dragado del río Guadalquivir.

En este último tema (prioritario para la reapertura del astilleros sevillano), Jiménez avanzó que existía un proyecto importante, en fase de negociación con el Ministerio de Industria, con el que se daría actividad de nuevo al astillero.  "´Creemos que es un proyectos industria serio, muy serior (…) por lo que pido a la Autoridad Portuaria es que tenga receptibilidad y ayude". "Si somos capaces de reabrir el astilleros de Sevilla con proyectos de barcos más grandes y de mayor calado, al final el puerto de Sevilla será un atractivo, incluso de mercancías".

No obstante, quiso denunciar el estado de las instalaciones sobre las que sobrevuela la duda de que han sido desmanteladas "Si es verdad que los administradores concursales han vendido todo, hasta los hierros de las gradas y las puertas, debería de estar penado con cárcel". En este sentido quiso hacer una llamada de atención a los administradores concursales porque "no quiero pensar que existan realmente intereses ocultos para favorecer los astilleros del norte para acabar con la actividad en Sevilla, tal y como pasó en Levante o Cataluña, y que toda la construcción naval se este país se concentre en el norte. Sólo espero que no vayan buscando cerrar el astillero de Sevilla", advirtió.

Jiménez se quejó de la falta de voluntad política para solucionar el conflicto medioambiental generado en torno al dragado porque "es perfectamente compatible con los intereses de los arroceros. Quizás habría que modificar la esclusa o una parte del río para que los arroceros no sufran, pero el caso es dar soluciones", declaró.